miércoles, 14 de octubre de 2009

Hijos de Dios


Ser HIJOS DE DIOS... Wow! que privilegio. Realmente lo es. Alguna vez has meditado en la profundad que tiene el hecho ser Hijos de Dios. Y es que ser Hijo de Dios es más que decirlo ser; sino hay que parecerlo. ¿Parecerlo en que sentido? Ser Hijos de Dios es más que asistir los domingos a las reuniones, es más que tocar un instrumento e incluso, más que tener un cargo en la congregación.

Entonces, ¿Qué es ser Hijos Dios? Para ser hijos es necesario tener un padre. Si somos hijos de Dios, entonces nuestro padre es Dios. Un hijo vive bajo la autoridad del Padre y si decimos ser hijos de Dios, entonces estamos bajo la autoridad de Dios; y eso implica que estamos obedeciendo la voluntad de Dios en todos los aspectos. ¿Lo estás haciendo? Y no me refiero a que obedezcas solamente en aquello que te convenga, te guste o solamente aquello en lo que los demás puedan verte. No! Absolutamente No. Ser hijos de Dios es obedecer su voluntad aún cuando haya cosas que nos cueste obedecer o no nos agrade.
Si realmente hemos sido trasladados de la Potestad de las Tinieblas al Reino de Dios, no tendremos ningún problema en obedecer la voluntad de Dios, obedecer sus mandamientos tanto en lugares públicos como en privados. Me refiero a ser Hijos de Dios en la escuela, en el trabajo, en nuestros hogares, en las reuniones; es serlo todos los días, las 24 horas del día y en todo lugar. Hagamos un alto y meditemos si realmente hemos estado haciendo la voluntad de Dios en todos los aspectos.
Si lo has estado haciendo entonces eres un verdadero Hijo de Dios; sino, simplemente no eres hijo de Dios. Las cosas son así de sencillas. Para Dios no hay cosas tibias, las cosas o son o no lo son. El quiere todo de nosotros. Pero dirás tú: “Que exigente, hay que ser tolerantes. Estamos en un proceso”. Hasta cuando vivirás en ese proceso, es que nunca piensas madurar, es que siempre quieres ser la misma persona. No creas que porque asistes a todas tus reuniones y vas todos los domingos a los cultos, levantas tus manos y parece que todo en tu vida es perfecto, pero una vez que llegas a casa tu manto de santidad cae y muestras realmente quien eres o te muestras como un verdadero hijo de Dios ante los demás y llevas una vida oculta.
¿Realmente crees que eres Hijo de Dios? ¿Piensas que por hacer aquello irás al cielo? Bien dijo el Señor Jesucristo que “no todo el que me diga Señor, Señor heredará la vida eterna. Solo aquel que haga la voluntad de mi padre la heredará”.
No perdamos nuestro tiempo; si hemos vivido aún haciendo nuestra voluntad es tiempo de que hagamos un alto; pidamos perdón a Dios por nuestra actitud y empecemos a vivir plenamente en todos los sentidos el hecho de ser Hijos de Dios. Trabajemos juntos y prosigamos a la meta. Dios es misericordioso y el quiere darnos la oportunidad de ser sus Hijos. No lo desaprovechemos y luego tengamos que lamentarlo de tan errada elección.
Vivir para Jesús es lo mejor que nos puede pasar. Usemos todo lo que somos y tenemos para servirle y hacer su voluntad. Vivamos para Él sin reservas.

1 comentario:

  1. Quero destacar uma frase do texto "Hijos de Dios", que é a seguinte: "Ser hijos de Dios es obedecer su voluntad aún cuando haya cosas que nos cueste obedecer o no nos agrade". Isso me remete a algumas situações em que tenho minha vontade confrontada com a de Deus, mas ao olhar para cruz logo sou constrangida a submeter-me... Jesus, o primogênito, no Getsêmani não queria, mas a obediência à vontade do pai o levou a cruz.
    Que realidade linda, maravilhosa!!! Os filhos de Deus o amam e o OBEDECEM em TUDO.
    ***Visitar seu BLOG é ter a certeza de ser edificada. Deus te abençoe.

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